domingo, 30 de diciembre de 2007

SLEEPY HOLLOW. Perderas La Cabeza¡¡¡¡¡¡

Dificil es ocultar el cariño que siente Tim Burton por los cuentos. Forzosamente se ha de compartir este gusto para ver con agrado sus películas más personales, y ésta es una de ellas. Rodada con la colaboración de sus amigutes más habituales, por si quedaba alguna duda. En cualquier caso, también es imprescindible contar con ciertas dosis de simpatia hacia el mundo personal del autor, que en el caso de Burton, o se tiene o no se tiene.
Adaptación del cuento de Whasington Irving, tiene toda la truculencia que empapaba los relatos que se contaban antaño a los niños, antes del advenimiento de las consolas de videojuegos. Cuenta la historia de un guerrero descabezado que vuelve desde la tumba para sustraer cabezas ajenas, mientras que un pobre y honrado agente de la ley se afana en dar descanso al atormentado engendro para que en el pueblo cesen de una vez los chistes malos acerca de perder la cabeza. Calificada, para extrañeza de sua utor, como no recomendada para menores de trece años por sus varias escenas de decapitaciones y desmembramientos. En mi opinión, nada que supere los traumáticos destripamientos post-antropofagia de caperucita roja, lo suficiente sin embargo para considerar la idea de mantener alejados de esta película a los más pequeños de la casa y destinarla al público infantil mayor de edad.
Jhonny Depp encarna al excentrico héroe Ichabod Crane de la manera más histriónica que le permiten. Hay que decir que en este caso se lo consiente todo, y si bien en algunos momentos está muy bien en su papel, en muchos otros la situación empieza casi a dar un poco de grima, pero lo que más causa es extrañeza. Otra interpretación inclasificable como la de si Jack Sparrrow en "Piratas del Caribe", que encuentra a partes iguales admiradores, detractores y perplejos, pero que de ningún modo pasa desapercibida en la película.
En cualquier caso, confieso mi simpatía por los timoratos héroes de las películas de Tim Burton, rebosantes de candidez, ternura y también de valentía a su manera, en unos momentos en los que las carteleras están llenas de macarras embrutecidos.
Realmente soberbia la recreacion del mundo de cuento, con sus bosques encantados de árboles retorcidos ty todo lo que es menester. No siempre el esfuerzo económico y técnico resulta tan agradecido como lo es en esta ocasión. Lo mejor de "Sleepy Hollow", sin duda, a pesar de contar también con un buen guión. Poco importa que se pueda confundir uno entre tanta madrastra, cuñado, herederos y hacendosas criadas, o que en muchos momentos el protagonista haga avanzar la historia gracias a las deducciones que le sopla el apuntador. Son detalles sin importancia que conducen la acción en la dirección correcta y hacen que al final todo adquiera la forma de debe tener. Si hay que buscarle pegas, pongámoslas en los viajes oníricos de Jhonny Depp y alguna otra cuestión lateral que no contribuyen a agilizar una narración enmarcada en un género que, por denso que sea en simbología y significados, siempre tiene una forma muy ligera.
El director Tim Burton, con su imaginativa y fascinante habilidad visual, su profunda sensibilidad en la captación de ambientes bizarros y su atractiva simbiosis entre comercialidad y su gusto por la serie b, era la persona adecuada para poner en imágenes la novela de Washintong Irving.
El resultado es satisfactorio en la vertienete visual ya que reconduce hacia su historia las pautas atmosféricas de los miticos estudios Hammer, a los que rinde homenaje no sólo en su plasmación estética sino con la presencia en el reparto de Christopher Lee. De la Hammer recoge los aspectos góticos, el erotismo inherente al visionado de pronunciados y carnossos escotes y la explicita muestra de sangre y violencia.

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