martes, 18 de diciembre de 2007

KILL BILL. Hay Que Matar A Bill¡¡¡¡¡¡¡¡

Definitivamente el mejor trabajo de Quentin Tarantino hasta ahora. Y no porque la película contenga un libreto (de hecho en eso reside su genialidad) sino por su simbolísmo, por todo lo que el director quizo plasmar. Si el espectador no la ve con un ojo crítico no va a poder disfrutar esta película (aunque no se necesita ser un profesional para amarla). Esta cinta posee todos los elementos que Tarantino ha usado en sus películas: además de una excepcional imagen estética que le da un alto atractivo visual, también lo rellena una banda sonora al más puro estilo Tarantino.
En pocas palabras Kill Bill es mucho mas de lo
que aparenta ser y todo aquel que dice que es una mala película, es porque aun no se atreve a aceptar su genialidad, que va más allá de los establecido por Hollywood (que según creo yo, nada de lo establecido por Hollywood realmente ha sido relevante). Así que invito a todos aquellos que no les gustó, a que la vuelvan a ver, y que estén atentos a los diversos elementos que la envuelven y que la hacen toda una obra magistral.
Es Kill Bill además, ultraviolenta. Pero de una violencia, además, exquisita. De tal forma que en algunas escenas, los actores ceden el protagonismo total a la sangre. Sangre qué a veces no tiene un mutis fácil, qué sobreactua, y a la que Tarantino le da demasiadas libertades para que corra a sus anchas por el escenario.
Es tambien una película arriesgada. Sobre todo durante sus primeras escenas, cuando debe introducir al espectador en la historia. En esa primera escena, cuando Uma Thurman va a matar a Vernita Green y aparece su hija, la película se mueve en la cuerda floja, al borde constante del ridículo. ¡Es el momento cumbre de la serie B¡ Tarantino demuestra una mestría impresionante a la hora de recrear las escenas de las películas de acción de los 70 y 80.
Eso hace grande a Kill Bill; en sus escesos y en sus defectos. A ésta película le falta y le sobran muchísimas cosas para ser una película equilibrada. Y es que el que trate de entenderla fuera del objetivo para el que fue creada "una peli de culto sobre las pelis de culto", no podrá apreciar en Kill BIll más que una gamberrada (que también lo es).
Se supone que el inicio de esta película fue durante el rodaje de Pulp Fiction, en el que la actriz Uma Thurman y Tarantino trabajaron juntos y donde este le comentó la idea sobre la película y el personaje concreto para ella. Pues bie, prueba de que eso puede ser cierto es que el personaje de Uma Thurman en esa película habla de una supuesta serie de televisión en la que ella participa y que está protagonizada por un grupo (DIVAS) muy parecido al que pertenecen las malvados pupilos de Bill.
Que Tarantino es talentoso y va marcando moda, es algo que casi nadie duda. Sólo hay que ver cosas como "Operacion Swordfish", o cómo subre el caché de los actores post-tarantino. Pero después de todo sus pel´ñiculas no son ninguna innovanción. Supongo que ahí reside el talento, en hacer lo que hace todo el mundo y que además sea mejor, en lugar de rodar la primera comunion de un chaval de tu familia con la cámara entra las piernas.
La violencia corre libre por toda la película, pero es una violencia hecha con las mismas técnicas que se usaban en los 70, por lo que resulta bastante cómica. En los momentos en lo que la cosa podría ser desagradable, Tarantino hábilmente recurre a los dibujos animados (made in Japan, para deleite de frikis variados), a trucos de luces o a cambios en el color, que hacen la cosa menos real aún. Por lo demás está rodada de una manera bastante tradicional, sin recurrir a los trucos que tan de moda se han puesto últimamente; ya sean cámaras al hombro y similares o eternas cámaras lentas y "Bullet Time".


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