
Por eso cuando uno ve hoy en día esta pel´ñicula, lo primero en que se fija es que, sin duda, es serie B. por un lado está el hecho de que Carpenter, no se sabe muy bien cómo, siempre hace serie B. Da igual que se gaste miles de millones de pesetas, que tenga a todos los actores imaginables y deseables a su servicio y qeu hasta los cátering lleguen puntuales, es lo mismo. El hace serie B. Por supuesto, con el tiempo el efecto se hace mayor, y uno no puede reprimir la sonrisa cuando ve esas superposiciones, esos escenarios repletos de fluorescentes de colores, más niebla que un programa de Ibañez Serrador...Claro que la película se le perdona todo, porque al fin y al cabo, sólo pretende entretener, y lo consigue.
La historia discurre entre una película de aventuras y una parodia del cine de artes marciales , que allá por los ochenta tuvo un momento de auge similar al que atravesamos, con inefables productos como los "Karate Kid", ·El Guerrero Americano","Karate Kimura", y otros Kárates mñas. Jack Burton, camionero solitario y filósofo de bolsillo entrega su cargamento en Little China, para verse envuelto en el intento de resurrección del mal supremo, en forma de chino bigotudo. Para volver a la vida, necesita el sacrificio de una mujer de ojos verdes, que resulta ser la prometida de un amigo de Burton, que además es chino y practica artes marciales. así que manda asus secuaces diabólicos, que llevan el poético nombre de Los Tres Tormentas (que no se sabe si con esbirros o un grupo heavy) a que la rapten.

Todo en esta película es entrañable: los afilados diálogos entre Cattral y Russell, la música (obra del mismo Carpenter), los magnificos efectos especiales y los decorados fantásticos y de ensueño con ese puntito Kitsch tan de agradecer. La acción combina los clásicos tiroteos de western con los primeros atisbos de Kung fu con cables en una pel´ñicula occidental ( el justo, el resto de coreografías son al estilo clásico, pero con un toque más de western). La impresión es la de estar viendo un magnífico cómic en movimiento, con un ritmo frenético como sólo aquellas películas de aventuras de los 80 tienen y en particular las de Jhon Carpenter.

Por ella no pasa el tiempo, y cada vez que se visiona nuevamente se produce el mismo efecto quela primera vez. esto es dificil de conseguir y Carpenter lo hace con creces.
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