
Y es que, es extraño como, de un tiempo a esta parte, para la mujer el contraer matrimonio ha dejado de ser una de sus pricipales prioridades, ya no existe aquella mundana obsesión por vestirse de blanco que vive nuestra portagonista, e incluso en algunos instantes la película parece estar a años luz de la actualidad más reciente.
Lástima que tenga algunas notas agridulces, y una rara sensación final, vaya, un final tan amplio y abierto del que uno lastimosamente se tiene que hacer cargo.
No puedo detenerme sin hablar de la banda sonora de ABBA, donde el tema "Dancing Queen" se repite tantas veces que, no llega a cansar, y es que es lo que tiene el mitico grupo nordico, que uno puede escuhcar las canciones carias veces y no sentirse harto en ningun momento.

Muriel Heslop (Toni Collette) es una chica con cierto sobrepeso cuya mayor ambición en la vida es casarse enfundada en un bonito traje de novia. No tiene suerte con los chicos, sus amigas la rechzan por su físico y sus aficiones, y su padre, un político importante de una ciudad de tamaño medio en la que reside, le echa en cara constantemente que es una fracasada. Muriel se evade de su asfixiante realidad escuchando la música de su grupo favorito, ABBA y fantaseando en verese vestida de novia. En un viaje se reencontrará con una antigua amiga del instituto llamada Rhonda, una persona muy vitalista que cambiará la manera de pensar y actuar de Muriel.
Esta película desata en el espectador todo un cúmulo de variadas emociones pero siempre tratadas con el tono adecuado a la acción desarrollada. Excelente realización de P.J.Hogan (tambien guionista) y sobresaliente actuación de Toni Collette, dotada actriz que posteriormente sería portagonista de la popular "El sexto sentido".
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