lunes, 3 de diciembre de 2007

LOS GOONIES . De cómo una Película Mediocre LLega a ser Buena de Verdad.

Todos estaremos deacuerdo en que la película de Richard Donner es un juguete para pasar un buen rato en un día tonto. Pero también será verdad que no hubo ni de momento hay una película como ésta, tan mágica y divertida a pesar de sus defectos.
Buscamos la explicación a ciertos mitos y nos topamos con pequeñas obras maestras que han marcado a una generación. Nunca fuimos Goonies, y tampoco tuvimos un mapa del tesoro oculto en el desván, un rincón mágico de la vida en el que llorar y exorcizar las desdichas del niño que siempre será niño. El alma de la historia. Un Sean Astin asmático y encantador, mira el paisaje de los muelles de Goon (!de ahí viene Goonies¡), las casitas unifamiliares entre los pinos y la acogedora orografía portuaria, y un mar que se extiende en el horizonte. Aquí nunca pasa nada divertido, suspira desconsolado mientras se deja caer en el colchón de la cama. Lo que él ni se imagina, es que al final la magia cobra la forma de un buque pirata cuya silueta esconde las sombras por causa de un sol que amanece sobre las olas. Son sueños que solo el cine puede materializar. Lo importante no es encontrar el tesoro. Lo que importa es ser un Goonie,o sea, vivir el sueño de la aventura que nos libra de la realidad exterior, la de allá arriba, la que nos espera al ascender a través del pozo de los deseos.
Steven Spielberg y Chris Columbus plantearon una historia que combina a Indiana Jones con el arquetipo pirata (simpñatico homenaje a Errol Flyn) y el mundo Freak de los soñadores y los amltratados, en clave humorística y bajo una pulsión adolescente que sin trampas ni complejos deriva en producto Kitsch tontorrón y a menudo sensiblero, pero vertebrado con una caracterología de perfiles y situaciones que logran crear un estilo propio y genuino.
Los defectos de Los Goonies pueden ser sus virtudes, por la sinceridad con la que va cogiendo tonos de una ridículería grotesca. todos sabemos que la escena de "Gordi" y "Sloth", diciendose te quiero bajo un resplandeciente cielo azul (y con la camisa de Superman) dicho sea de paso que Sloth es uno de los personajes más ridiculos del séptimo arte, pero la tradicion manda y en el recuerdo y el imaginario del joven cinéfilo perdura la idea de que, al fin y al cabo, esó es parte de la magia, la química que surge entre el pordito patoso y marginado y el monstruo de la cavernas, igualmente odiado y recluido del mundo.

La película, pues, encuentra esa frescura que la vuelve atemporal en la singular síntesis de elementos Freaks y la desenfadada comicidad mediante la cual los guionistas van jalonando la historieta con chistes y guiños varios, algunos bastantes es´tupidos, otros más afortunados y algunos no exentos de un comedido sentido de lo macabro. Quizas la mejor explicación para la fascinación que suscita aún hoy después de más de veinte años, y a pesar de ser una película tan simplona, es el perfecto uso del montaje y del ritmo visual. Los sucesivos ·gags" las "Trampas", los chistes, están secuenciados de tal forma que la tibieza del relato termina por ser absorbente,ritmica,si lo narrado es insustancial, éste queda disimulado por la enorma fluidez visual, lo austero del diseño de producción y una banda sonora que evoca el sueño del protagonista: Sean Astin mirando la cascada del pozo de los deseos, descubriendo elmapa bajo el polvo de los decenios, confraternizando con el esqueleto de un pirata centenario; Tu fuiste el primer Goonie. En ésa escena, en particular, (emotivo juego de planos y contraplanos del rostro de Mikey enfrentado a la calavera de Willie el tuerto) la película encuentra su dignidad, lo que justifica las demás tonterias, la contrapartida resolutiva al inicial aquí nunca pasa nada divertido. ëso, junto con la imagen del buque pirata que se aleja sobre las olas, y la mirada atónita de púberes y adultos, cine en estado puro. O de cómo una película mediocre llega a ser buena de verdad.


No hay comentarios: