En vísperas del baile de fin de curso será invitada por el chico más popular del colegio (William Katt).
Adaptando un libro del prolífero y exitoso Stephen King, Brian de Palma filmó uno de sus títulos más celebrados con esta película que exhibe también una lógica estética sesentera un tanto Kitsch.
Con una progresión in crescendo acentuada por la narrativa de De Palma (utilizando el slow motion, el split screen y demás métodos acostumbrados en su perpectiva filmica) "carrie" oferta una historia de terror y suspense de ambiente post-adolescente-familiar, que tras superar una primera fase en la que algunas escenas podían estar perfiladas con mayor maestría dentro de su funcionalidad descriptiva termina culminada con un último acto absorbente.
La catarsis del personaje es puesta en escena de manera violenta mediante un periplo mental lleno de venganza. Tal violencia extrema aparece después de un apacible y cálido baile bellamente filmado, un baile que suponía el renacer social de una muchacha marcada por el estigma de una madre fanática e intolerante, la cual acabará devorada simbólicamente por su propia ignorancia purificadora.


Carrie es una película de terror muy distinta a todas sus contemporáneas. Uno no tiene la sensación de estar viendo un film de terror, sino un drama, hasta llegar a la secuencia del baile de graduación. Pero en ese momento se desata un espectáculo estremecedor que continuará con la escena posterior hasta llegar a los créditos.
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