miércoles, 19 de diciembre de 2007

MINORITY REPORT. Un Notable Thirller Futurísta.

Jhon Anderton (tOm Cruise) es un jefe de policía de Precrimen, una empresa que mediante la utilización de unos seres denominados pre-cogs puede anticiparse a la comision de asesinatos y detener a los responsables de los mismos antes de que lleguen a consumar su crimen. El sistema empleado le daparará una sorpresa a Anderton, cuando descubra tras el visionado de una predicción, que será él mismo el proximo en cometer una acción criminal. Tendrá que huir, escaparse de sus antiguos compañeros policiales e intentar averiguar quien ha manipulado los informes de los pre-cogs para involucrarlo en el asesinato de una persona que ni siquiera conoce.
Steven Spielberg presto en el maneja de lo que mejor domina, los títulos cuya naturaleza está significada por el más puro entretenimiento, acción trepidante, atractivo estilo visual, guiños de humor constantes, lúcido menejo del suspense y dinámico proceder narrativo, todo ello es encontrado en este noteble thriller futurista denominado "Informe en minoria" "Minority Report".
Aunque emplea esta tcnología de forma asombrosa para la construcción de la historia, el miramiento de Spielberg a este desomunal número de High-tech es más bien crítico, no sólo por algunos hechos que utiliza de forma irónica (como el abusivo empleo del iris, entre otras cosas, para la publicidad personalizada), sino por el propio devenir de la empresa Precrimen, el sentido de la "huida existencial"(del presente, pasado y futuro) y la conclusión final de la película, dentro del inevitable happy end spielbergiano, en el cual el apacible escenario campestre y natural (con libros de papel) constrasta con la bulliciosa y artificiosa ambientación urbanita (y lectura electrónica).
Los personajes principales carecen de un dibujo original, pues la narración descansa en el típico hombre marcado por un pasado con ánimo de venganza y/o redención, particularidades del thriller cláscio, con un matrimonio fracasado y unas relaciones amistosas que al final ofrecerán las consabidas confusiones de personalidades, en una ambigua presentación y despliegue interpersonal.
Resulta sorprendente la metáfora de la manipulación de imagénes. Que Spielberg es uno de los más grandes narradores visuales comtemporáneos ya lo sabíamos, pero esa forma de montar, es forma de en definitiva hacer lo que hace el personaje de Cruise con sus guantes sobre la pantalla, es lo que convierte la primera hora y media de película, en un festival de buen cine, en el que Spielberg, rota, transforma, duplica y maneja las imágenes a su antojo sobre la pantalla.
El relato de K.Dick, en definitiva se convierte en un alegato contra la tiranía de la imagen, porque en el fondo, nuestros lechosos amigos, no son más que productores inquisitoriales de imágenes, imágenes verdaderas o falsas, manipuladas (como es el caso de la trama) o auténticas, que determinan en un máximo nivel de autoritarismo incuestionable, quien es culpable o quien no, que es bueno o que es malo, o rizando el rizo, lo que es aún peor, QUE EXISTE/IRÁ Y QUE NO EXISTE/IRÁ. Y de ese infierno, el protagonista y sus problemas de identidad, sabiendose un futuro asesino en el que no se reconoce, aferrandose a su única posibilidad de inocencia en ese supuesto informe minoritario, luchando contra el demiurgo, contra las imágenes que juzgan y condenan automáticamente, contra sí mismo, su oscuro pasado y su frágil destino. Una lucha apasionante y espeluznante.

La verdad es que Minority Report no es una de las mejores películas de Spielberg, pero tampoco la peor. Su estética futurista totalmente creíble, donde el iris del ojo se convierte en carnet de identidad de la persona, y su aveces trepidante acción, nos llevan a presenciar casi dos horas de buen metraje que cumple con el espectador entreteniendo.
Minority Report hace alagos del buen cine de Spielberg, de un guión sumamente futurista, de una ambientación estilizada. Película recomendada para amantes del buen cine de ciencia ficción, con momentos insuperables y un Tom Cruise estéticamente perfecto.


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