
Como esto es cine, y la trama tiene que ir presentando conflictos a medida que va avolucionando, los conflictos no demoran en aparecer. Sam derrocha amor y dulzura, pero sus limitaciones mentales son, de acuerdo a las autoridades escolares de Lucy, un escollo clave en los progresos educativos de la niña, que se rehusa a aprender para no sobrepasar con su inteligencia a la de su padre. Entonces, entra en escena una trabajadora social que sugiere a la Justicia separar a la niña de Sam y colocarla, como si se tratara de un objeto, en una familia adoptiva. De esta manera, el asunto se convierte en una cuestión legal. Una bella, exitosa e inescrupulosa abogada defenderá los derechos de Sam por un compromiso con sus apariencias, pero encontrará en la manera de ser de su cliente el pago que menos esperaba: un refrescante (y mas que previsible, por cierto) aprendizaje, sobre otra manera, mucho mas pura, de vivir la vida.

Sin embargo, el filme cuenta con dos plus que ayudan a emparejar los tantos a la hora de los balances finales. El primero es Sean Penn, Nominado al Oscar y gran candidato, porque usualmente la Academia tiene preferencia por los personajes con alguna discapacidad física o mental, el actor es la figura central a través de la cual gira toda la película. sus mirads, gestos, expresiones lucen naturales y espontáneas, y lográn transmitir todo un abanico de sensaciones, que van desde la alegria y la ternura hasta la tristeza.

El otro gran acierto del filme es su banda sonora de sonido. Las guionistas (las mismas directora Nelson junto a Kristine Jhonson) visitaron varias organizaciones de discapacitados para reforzar el guión y encontraron que la gran matoría de sus alumnos dijeron que sus músicos favoritos eran los Beatles. A ellos no sólo les encantaban sus canciones sino que usaban varios datos biográficos de la banda inglesa como guia para la vida práctica. Lucym la hija de Sam, se llama así por un tema de los Beatles. Y muchos de los mejores momentos visuales de la película tienen como fondo natural las fabulosas canciones del grupo interpretadas por artistas comtemporáneos.


Las caracteristicas de los personajes y el hilo de la historia así lo demuestran. La brillante actuación de Sean Penn, algunas imágenes y ángulos de cámara bien logrados, la belleza de Michele Pfeiffer, la simpatía y los ojos de Lucy, y las canciones de los Beatles amenizan un trayecto que, casi con seguridad, hubiera sido tedioso transitar.
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