The Game fue la tercera película de David Fincher. se la ha considerado una obra menor en comparación con dos de sus grandes éxitos de crítica: Seven (1995) y El Club De La Luhca (1999) Pero, por encima de todo, se la ha acusado de tramposa. Sin embargo, ¿no es acaso toda la película un gran juego, una gran trampa de la que no solo participa su protagonista sino todos nosotros como espectadores?. "UNA PASTILLA DE HACE MÁS ALTO, OTRA PASTILLA TE HACE MÁS PEQUEÑO Y LAS QUE TE DA TU MADRE NO TE HACEN NINGÚN EFECTO. VE Y PREGÚNTALE A ALICIA CUANDO MEDÍA DIEZ PIES. Y SI VAS A BUSCAR CONEJOS Y SABES QUE VAS A CAER, DILES QUE UN GUSANO FUMADOR TE HA LLAMADO. PREGÚNTALE A ALICIA CUANDO ERA PEQUEÑA....". Esta parte de la letra de la canción "White Rabbit" del mítico grupo psicodélico de los sesenta, Jefferson Airplane. En ella se nos habla de un viaje alucinógeno, caótico, que hace alusión al de la Alicia de Lewis Carroll y que es claramente una metáfora del mundo de las drogas y más concretamente del LSD y sus efectos. Una canción que aparece en más de una ocasión en THE GAME y que es de suponer que Daid Fincher escogió siendo plenamente consciente de su significado. Así, la película se nos aparecerá como un viaje irreal, confuso, lleno de tramps, igual que el de Alicia en el pais de las maravillas. Fincher ha dicho que esta gran tampa que es su película tiene muchos puntos en común con El Golpe (1973), película de timadores, llena de giros y engaños, pero a mí me recuerda más a Casa de Juegos (1987), pese a que él diga - y tal vez esté en lo cierto - que ésta es una película en las que se le toma el pelo al espectador, mientras que en THE GAME se le hace caer en la trampa. Tal vez a muchos les irrite eso de que les tomen el pelo en el cine, pero cuando se hace tan bien omo en estos filmes y me refiero de manera inteligente, uno no puede evitar esbozar una sonrisa y ser partícipe de la gran broma que le han gastado. Si otro gran jugador del cine, como Joseph L Mankiewicz, nos engañaba de manera maravillosa llevándonos por donode él quisiera en obras maestras como La huella (1972) o Mujeres en Venecia (1967), David Fincher nos maneja a su antojo, haciendo que vayamos de la mano de su protagonista a través de esta gran charada que es su película Nos encontramos, por lo tanto, en un mundo en el que no hay reglas, o al menos que no está regido por las normas convencionales y en el que nada es cierto y todas nuestras certezas se derrumban para crear otras nuevas que vuelven una y otra vez a desmoronarse como un castillo de naipes. Al final parece que todo cobra sentido, pero siempre nos queda la duda sobre lo que es real y lo que no lo es. Nicholas Van Orton (Michael Douglas), hombre rico de negocios, de vida fria y ordenada, piensa que lo tiene todo controlado. Vive en su gran mansión sin más compañia que una vieja criada que lleva toda la vida al servicio de su familia. su existencia está llena de asepsia; en su hogar, en su oficina, en sus relaciones con los demás...Intuimos que hubo un pasado mas lleno, mñas humano, del que se ha despojado completamente. De algún modo se ha creado su mundo particular, aislado de todo y todos. Y paradójicamente, cuando se interne en un universo irreal gracias al "Juego", entrarrá más en contacto con la realidad y se sentirá más vivo que en toda su vida. Michael Douglas crea un personaje muy parecido al de Wall Strett (1987) pero con una pizca más de humanidad. Se ha dicho que es una mexcla de un Mister scrooge de los noventa y de un héroe sacado de una película de Hitchcock, como Gary Grant de Con La Muerte En Los Talones (1959), y tal vez sea cierto, pero yo quiero verle como una Alicia en el pais de la maravillas envuelta en un mundo loco sin reglas ni orden de ningún tipo. Es además curioso que este personaje se llame como el protagonista de la novela "El Mago" de John Fowles. Nichola Urfe, al igual que Nicholas Van Orton, participoa en un juego urdido por una presencia superior, un hombre que juega a ser Dios, en el que los personajes cambian y ficción y realidad se mezclan continuamnte. ambos son llevados de un lado a otro como marionetas, ambos investigan, buscan,m participan de una juego que se mezcla con sus vidas y nosotros, como espectadores y lectores, nos encontramos tan perdidos como ellos. El Juego está más allá de su entendimiento. Es increible la cantidad de puntos en común que tienen estas dos historias. Así es como el señor Van Orton, como si de una alicia moderna se trata, es tentando por su hermano Conrad (Sean Penn), con su regalo de cumpleaños; una tarjeta, una direción, la entrada a un misterioso juego que cambiará su vida por completo. Al principio Nicholas se muestra escéptico con el regalo de su hermano. ¿Que es ese juego? ¿Qué significa esa tarjeta con las siglas CRS? "Antes era cierto y ahora veo", le dice uno de los miembros de su exclusivo club que se confiesa partícipe. En el fondo, Nicholas debe intuir que su vida no está completa y decide experimentar esas nuevas sensanciones que el Juego le puede reportar yendo a las oficinas de CRS (Consumer Recreation Services). Nocholas comienza su aventura siguiendo al conejo blanco, en este caso, a la turbadora camarera que interpreta Deborah Kara Unger. Con ella se adentra en la cueva y cae, cae como Alicia...y su mundo ordenado dejará de existir. esa asepsia, esa pulcritud que tenía su vida adquirirá tintes de pesadilla. Las notas del piano compuestas por Howard Shore, nos adentrarán en ese universo oscuro e inquietante. Esa música estará permanentemente presente desde el momento en que el juego comience, metiendonos sin darnos cuenta en ese "apís de las maravillas" donde, parafraseando a Jefferson Airplane, "la lógica y la proporción se desordenan completamente.
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