martes, 29 de abril de 2008

LA NOCHE ES NUESTRA. O Para Vomitar¡¡¡¡¡¡.

Es una historia para empezar "aburrida, sosa, más vista que los telediarios" sobre dos hermanos, uno policía y otro gerente de una discoteca, se ven abocados a enfrentarse cuando el primero decide dar caza a un traficante que opera desde el club que dirige el segundo. El enfrentamiento entre los dos hermanos no es el tema principal de la película, sino un dramón fmiliar de no cumplimiento delas altas expectativas de un padre cuya vda y trabajo se rigen por las máximas de la policiía de Nueva York.
Abientada en los años 80, no deja de ser una de tantas peliculas de gansters, para quienes le guste el género será una obra maestra, para los que no será una bodrio recauchutado, aburrido y soso.
Esta película me ha decepcionado ya que parecía uan historia bien construida, con tintes de uspense verdadero y que prometía hacernos disfrutar en nuestra butaca. Pues no es así, es tan floja que no deja poso alguno en el espectador quela ve, luchando con sus parpados por no cerrarlos ya uqe se ha gastado el dinero e la entrada, la coca cola y las palomitas.
Empecemos analizando el guión que es bastante normalito, sin ningun concesión a la gloria narrativa ni a una historia que deje huella, para nada la huella está en la cara del espectador reclinado en su butaca roncando. Jmes Gray hace honor a su apellido, dejando a un lado cualquier atisbo de genialidad, sumiendo la película en un fotograma tras otro que no dice ni hace ni mueve ni a nada ni a nadie.
La evolución de la historia empieza a parecer pesada depués dela primera hora, que, pudiendo haber acabado la cinta unos veinte minutos depués, te somete a la tortura de otra hora más enredándose en detalles que nada aportan a la trama y sólo te dan sueño y aburrimiento. Inesplicable pero cierto, el director alarga una pequeña e insignificante historia queriendo aparentar un film de género pasmosamente malo.
La fotografía es de lo mejor que tiene el filme, dando aspecto de ¿falso? principiante y estética retro. Tanta oscuridad, tan ochentera todo que te traslada a la citada época.
Los actores son correctos, exceptuando a dos de ellos: Robert Duvall, que le pesan los años y lo hace como quien levanta un tabique día tras día. Y Mark Wahlberg, que no puede ser sino inexpresivo, carente de carisma e insulso. Joaquin Phoenix y Eva Mendes están discretos, destacando el primero porque da perfectamente el papel de chico en decadencia y perdido, con sus kilitos de más incluidos.
En general es una película aburrida, con la sensación de haberla visto miles de veces. No cuenta nada nuevo ni vemos nada deslunbrante, ni acción ni interpretación ni ritmo ni nada. No me explico como producciones como estas llegan a nuestras pantallas de cine habiendo cine español muy bueno esperando ser estrenado.
Lo que más me molesta de estas peliculas es que se empeñan en hacer un cine pasado de moda, previsible y atontado pareciendo ser una historia de gansters de las buenas sólo por el echo de ser una de ellas, pero de las malas.


No hay comentarios: