domingo, 29 de junio de 2008

"EL PIANISTA". Qué Decir, Es De Roman Polanski.

Wladyslaw Szpilman (adrian Brody) es un talentoso pianista polaco y judío que tendrá que intentar salvar su vida tras la ocupación de Varsovia por el ejército alemán.
En este mísero panorama filmico, con cine de fanfarria hiperpublicitario, es bueno que el talento e una gran cineasta como Roman Polnski retorne el buen pulso que parecía perdido en los últimos años.

A películas muy interesantes de su filmografía como "El cuchillo en el agua", "Repulsión", "El quimérico inquilino", la magnífica "La semilla del diablo" o la comedia "El baile de los vampiros" o "Chinatown" se le une (aunque de lejos) este desabrido atisbo memorativo a un triste época histórica que él conoce de primera mano, la ocupación nazi de Varsovia, ciudad en la que vivió y creció (nació en París, hijo de padres polacos).
Las películas sobre el holocausto se surten de tópicos en su planteamiento y desarrollo, en su descripción, en la construcción de personajes o ambientes, y esta no es una excepción, pero la perspectiva naturalista y autobiográfica (aunque la película aborde la historial real del pianista Wladyslaw Szpilman) incrementa el recordatorio afectivo de su autor, quien aisla a su personaje central en un afán de desahogo contextual, de una expectación ansiosa en su instinto natural de supervivencia, de una evasión del horror que lo asedia y del que es testigo silente, aquietado en las notas del Chopin (la pieza que suena en el bombardeo es el Nocturno en Do sostenido menor).

Estos sentimientos serían imposibles de trasmitir si el personaje no fuese espléndidamente interpretado por Adrien Brody. La crónica exorcizante e íntima de Polanski, que perdió a su madre en Auschwitz, mientras que su padre sobrevivió en Mauthausen, se encuentra realzada por el excelente trabajo fotográfico y el diseño de producción, aspectos ténicos que ayudan a conformar una luctuosa atmosfera, necesaria para robustecer emocionalmente esta zozobra individual y esta lastimera etapa histórica.
Es El Pianista una obra que cumple su cometido, darnos a conocer la biografía de este superviviente del holocausto nazi. La recreación de los escenarios y de la trama es exacta, y no se entrevé ningún detalle que nos haga echar en falta la ocupación nazi. El rpoblema, más que una película dramática, tal y como se expone, es más bien un documental. Se limita en muchos casos a la simple reproducción de unos consbidos literarios, pero sin hacer la correpondiente adaptación que requería toda obra cuando pasa de un arte a otro.
El cine dispone de muchos lenguajes para expresar una infiniud de sensaciones que en literatura se expresan de otra forma. así, la mñusica, los movimientos de cámara, el enfoque, el ritmo, ect todo son bazas a favor del director para convertir uan historia en una obra de arte. El Pianista podría haber sido una de las mejores películas sobre el nazismo, pese a todas las que ya se han hecho, ya que diponía de un material inigualable (la historia es, en efecto, de una grn calidad), pero no se ha sabido aprovechar, no se vislumbra en casi ningún momento esa pasión, es fuerza por querer encandilar al público hasta llevarle a la catarsis; sino que se pasa un desfiladero de secuencias que explican, pero no relatan.
Polanski elige una temática ya labrada y erfeccionada, pero lo hace de una forma sutil bastante aceptable. No se trata de una reinvención del género aunque Polanski sí aporta una visión quizá más directa en algunas escenas que añaden más truculencia, si cabe, al enfoque tan realista que quiere dar, sobretodo en escenas que se mueren en un vacío argumental, ya sea en una habitación o en un hospital abandonado, de Varsovia.
Película pues que no nos deja indiferentes gracias al conocido talento de su director y de la genial interpretación de su protagonista, con un transfondo social muy conocido, tanto, que a veces no nos deja reflexionar con claridad acerca de la etapa más horrible y nefasta de la historia moderna.
Viendo esta película no podemos olvidar lo que no hace ni un siglo que sucedió, pero tampoco podemos olvidar que los extrminios por razones ideológicas, raciales o religiosas siguen sucediendo en africa, en Asia o en Europa.
Decir que El Pianista es dura, es cerrar los ojos ante las barbaries cometidas estos mismos días en el Africa Cemtral, o en Turquia con el pueblo Kurdo. Decir que esta película es dura resulta un insulto al lado bueno del ser humano.
Estamos sin duda ante uan película de dirección, insisto, en la que Roman Polanski ha puesto todos sus sentidos.
esta es sin duda una de las mejores películas que se han realizado sobre la tragedia que sufrieron los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

2 comentarios:

Peter Camenzid dijo...

Polansky/Brody, definitivamente una dupla que hizo una pelicula excepcional. No tengo la cultura de cine que tu tienes. A mi la pelicula me dejo consternado y profundamente conmovido. Es definitivo que debemos tomar conciencia que las atrocidades que se cometieron durante el Tercer Reich no deberían volver. Tenemos en DC un Museo del Holocausto para no olvidar y hacer recordar estos horrores a "nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos", sin embargo hemos mantenido por mucho tiempo la carcel en Guantanamo y hemos llevado a nuestros prisioneros politicos fuera del pais a carceles donde son torturados para mantener nuestro suelo limpio. Tu comentario sobre las aberraciones actuales en las diferentes zonas del mundo, estoy conciente, que sabes que queda corto. Un abrazo

FRANCISCO BLANQUE dijo...

Se volverá a repetir y el mundo lo permitirá. No sé cuando, sucederá. Somos seres humanos y tenemos la siniestra tendencia a repetir todo lo retocido, oscuro y malo del alma humana.