lunes, 16 de junio de 2008

"EL CÓDIGO DA VINCI". Una Película Sosa Y Aburrida. Que Cree Que Con El Éxito Del Libro Lo Tiene Todo Superado. Un Film Estúpido.

El Código Da Vinci es una película basada en la novela de Dan Brown, que se estrenó el 19 de mayo de 2006. Está dirigida por Ron Howard. Los derechos de la película fueron adquiridos por 6 millones de dólares. El rodaje de la película comenzó en mayo de 2005, y se hizo el lanzamiento para que estuviera en cartelera en el verano de 2006. Sin embargo, se produjeron algunos retrasos, haciendo que el rodaje comenzara el 30 de junio de 2005.
El permiso para
filmar según las premisas del libro se concedió por el Louvre, mientras que la Abadía de Westminster se negó. Sin embargo, la Catedral de Lincoln, se ofreció para actuar como sustituto de la Abadía de Westminster, y pudo recibir 100.000 libras a cambio de que rodara allí. En agosto de 2005 se terminó el rodaje en la Catedral de Lincoln.
El estreno de la película de Ron Howard "Da Vince Code" ha sido el resultado de una larga historia de promocion que ha durado dos años y medio. La película se lanzó con uno de los presupuestos de marketing más grandes de la historia del cine: 40 millones de dólares sólo para la promoción en el mercado estadounidense, según el Wall Street Journal.
Como dijo New York Times, la película, como el libro, basó su promoción y lanzamiento en mantner un clima de misterio y polémica. La productora Sony respondió con el silencio a los grupos de personas que se creyeron ofendidas y que se han dirigido a sus diorectivos por la mala imagen que se poryecta de ellos en la película.
Ron Howard hizo una semana antes del estreno unas extrañas declaraciones a Los angeles Times y a otros medios, donde se puso en evidencia que algo no funcionaba como era debido. Según los medios americanos, Howard dijo que:"negar el derecho de ver el film es un acto fascista"; añadiendo que: "decir a alguien que no vaya a ver la película es un acto de militancia y la militancia genera odio y violencia".
Sony pictures se negó a subrayar con una advertencia que los contenidos y los personajes de la película son inventados y que no se relaciona con la realidad. Esto le ha costado que en algunos países como Singapur la película se haya calificado para mayores de 16 años por la agencia gubernamental "Media Development Autority". En Gran Bretaña se ha tenido que cambiar la banda sonora para que la película la puedan ver todos los públicos. En India la productora tuvo que eliminar doce minutos para que las autoridades les dejaran comercializarla.
En un principio el director había elegido al actor Bill Paxton pero tenía otros compromisos para las fechas del rodaje y se vio obligado a declinar la oferta. Russel Crowe también fue considerado para interpretar a Robert Langdon.
El primer intento de llevar la historia a la pantalla fue del creador dela serie televisiva "24". Pensó que el argumento del libro sería excelente para la tercera temporada de la serie. Dan Brown rechazó la oferta sin vacilar ya que no quería una adaptación televisiva.
Una organización de albinos ha expresado su preocupación porque el personaje de Silas los deja malparados. Los productores decidieron no cambiar el personaje de Silas y que permaneciera tal cual está en el libro.
Los críticos han recibido a machetazos la superproducción estadounidense El Código Da Vinci, que han tenido la oporunidad de ver en el Festival de Cannes, horas antes de su estreno mundial. La adaptación de la novela homónima de Dan Brown ha merecido apelativos como "porqueria","tostón" y "torpe". En España se estreno en 750 salas, una cifra récord, según la distribuidora Sony Pictures.

El hecho de que "El Código Da Vinci" fuera un best seller puede confundir y llevar a pensar que necesariamente se trata de una obra de acción y aventura, pero no es así. Uno de los aspectos más destacables del libro es, como ya comentamos, que introduce una serie de teorías que Dan Brown ha extraido de tratados anteriores. La parte de thriller con la que Brown ha adornado las teorías es m´ñinima. En el ritmo de la novela, toda esta explicación y verborrea queda insertada sin hacer especial daño al interés, pues es un libro todo son palabras. Esto levado al cine, tiene otro efecto. No es lo mismo que los personajes estén hablando continuamente a que haya acción. TY lo que ocurre aquí es que en la película todo es bla, bla, bla, y por tanto, se hace aburrida. Quien no haya leido el libro y no haya oído hablar anteriormente de todas estas teorías, se entretendrá escuchándolas, pero quien espere acción constante, se encontrará con que únicamente la hay en unas pocas escenas.
Incluso aunque lo mejor del libro fueran las teorías, éstas no resultan cinematográficas o al menos no en la forma en la que se han presentado. Por lo tanto, habría sido preferible arriesgarse a quitarlas o reducirlas para aligerar la película. Y claro, al mismo tiempo, los guionistas tendrían que haber reescrito la parte de aventura para mejorarla y convertirla en ttrrepidante. Si no querían perder las teorías, podrian haber mostrado como ación lo que se cuenta en palabras. Es decir, ver a Jesús, a María Magdalena, escuchar sus voces, ect,... y no limitarse a motrar destellos rápidos de imágenes que ilustran las explicaciones, como las fotografías de un documental.
Los personajes no están particularmente bien diseñados en el libro. Y era especialmente curioso ver cómo Brown, en otras de sus obras, reproducía exactamente los mismos tipos humanos, pero con otros nombres y otras nacionalidades. A pesar de que partían con un liston muy bajo, en la película los personajes se quedan aún más desdibujados y faltos de personalidad. Audrey Tautou y Tom Hanks no aportan nada, resultan blandones y acrecientan la sensación de que se van dejando llevar por los demás en lugar de investigar por sí mismos.

Como mejoría con respecto al libro hay que apreciar que ha pliado el que quizás es el defecto más grave de la novela: el que un semiólogo y una criptóloga tarden en descifrar mensajes en clave, acertijos y anagramas veinte páginas m´ás que el lector. En el film, al no darle tanta coba a estos enigmas, no se hace tan larga ese espera y los personajes no quedan como tontos. No voy a entrar en otros defectos del libro como la mala documentación ejemplificada en el apellido supuestamente español, Aringarosa /Alfred Molina), pues son temas que ya se han hablado mucho y el artículo se haría eterno. En general, casi ninguno de estos defectos ha sido reparado en la versión filmica.
La forma en la que la trama está planteada parece que diera por hecho que los espectadores se han leído el libro, pero no debería contar con ello. Por otro lado, si confian en que sea así, se podría haber ahorrado todo lo que es hablar. Pero volviendo a la cuestión de que hay situaciones planteadas muy por encima porque se supone que ya se conocen, el principio espeialmente me da la sensación de que quedaría muy poco claro para quien no conozca el material de partida.
En los primeros minutos se produce un asesinato y el protagonista es acusado de él. Pero no hay nada que indique por qué lo culpan a él. Tampoco queda nada claro por qué Sophie se une a Robert para huir. Todo el planteamiento podría resultar confuso o, al menos, absurdo, pues ni él tiene móvil para el crimen ni ella pinta nada en la escena.
Es dificil no hablar del final de una película o de un libro en su crítica cuando la forma de acabar es uno de los aspectos que más lo estropean. Procuraré decir lo que viene a continuación sin desvelar nada clave, auqnue a estas alturas quien no lo sabe ya¡¡¡¡. El final de la obra literaria y de la filmica es mu cobarde, los autores se echan atrás. En la novela, al menos, se buscaban justificaciones algo más válidas. En el film se hace en una escena bastante afectada que desdibuja más aún al personaje de Hanks, pues, como científico, debería haberse comportado de otra manera. La historia del pozo y la claustrofobia de Robert Langdon, aportación del guión, es lamentable. El giro de guión que atañe al personaje de Ian Mckellen en realidad es un giro de los protagonistas. Son ellos y no Mckellen los que se van al otro lado, los que cambian de intención. Y esto es así tabnto en la novela como en la película.
Lo peor de todo, sin duda, es la explicación del cuadro de la última cena. En el libro, ambos estudiosos- McKellen y Hanks- coincidían en ubicar a María Magdalena en la pintura y defender, a la par, la polémica tesis central de la novela. En el film, Hanks se dedica a disentir: McKellen defiende la tesis de la novela y Hanks, por oposición, casi termina en el bando de los fundamentalistas cristianos que, a la salida de la sala de proyeción repartían panfletos que satanizaban la película. Si le hubiesen visto, quedarían sumamente contentos al ver cómo los guionistas han quitado hiero a la obra. Tanto hierro que casi parece publicidad del Vaticano.
En definitva, la mejor baza del libro, la transgesora, apenas existe. Lo que sí han mantenido son los actos de autosacrificio de un miembro del Opus Dei, que también levantaron tantas críticas.
Sin con "El Código Da Vinci" no hubieran sido tan fieles, probablemente habrían obtenido un film más entretenido y de mayor calidad. En general se podría decir que es una adaptación facilona. Han recurrido siempre a lo más sencillo; plasmarlo todo casi tal como es; trasladar los diálogos, por largos que sean, a diálogo, en lugar de plantearse convertirlos en acción, y echar mano de recursos que facilitan la compresión sin comerse mucho el tarro, como los flash-backs y las imágenes ilustrativas. No se han molestado en enriquecer la historia ni dotando de mayores matices a los personajes ni tampoco aumentando la aventura y el thriller. Por lo tanto, nada nuevo, ninguna aportacion reseñable y ninguna sorpresa. Todo esto debido creo que a la decidida idea de que el film se vería a toda costa debido a la gran polémica que obtuvo el libro. Sin calentar la cabeza sabían que sería todo un exito entre comillas.



2 comentarios:

Peter Camenzid dijo...

"Han recurrido siempre a lo más sencillo; plasmarlo todo casi tal como es; trasladar los diálogos, por largos que sean, a diálogo, en lugar de plantearse convertirlos en acción, y echar mano de recursos que facilitan la compresión sin comerse mucho el tarro". Te lo concedo.

Cuando sali del cine pensé que la pelicula estuvo dirigida a quienes habian leido el libro y entendido el mensaje. Los que todavía tienen problemas dogmaticos con el mensaje no van a apreciar la pelicula tampoco. Tienes razon.

Un abrazo

FRANCISCO BLANQUE dijo...

Todo lo que toca Ron Howard lo hace trizas. Esperemos lo nuevo Angeles y Demonios y esperemos pues un fracaso absoluto. Y eso que el libro está mucho mejor que este Código Da Vinci trillado amanerado y soso.