viernes, 8 de febrero de 2008

30 DÍAS DE OSCURIDAD. La Mejor Película De Vampiros Desde Entrevista Con El Vampiro.

A una pequeña ciudad en el norte de alaska, donde no se ve la luz del sol en invierno durante treinta días, un grupo de chupasangres ha decidido instalarse y alimentarse de la población.
Tras una primera noche en la que acaban con prácticamentre la totalidad del pueblo, el sheriff local y un grupo de personas tedrán que hacer todo lo posible por sobrevivir hasta que vuelva a salir el sol.
Hace un par de años David slade nos aterró con Hard Candy, ese ejercicio dislexico de Caperucita Roja que debería ser de obligada visión para la gente que se escuda en el anonimato de Internet para dar riendas sueltas a sus fantasias....por muy censurables que estan sean.
El talento de Slade (que le hizo triunfar en el festival de Sitges) no pasó desapercibido y poco tiempo después se embarcó en el proyecto de llevar al cine 30 días de noche, la maravillosa novela gráfica escrita por Steven Niles e ilustrada por Ben Templesmith.
30 Días De Oscuridad (seguimos sin entender el cambio de título) es un homenaje al mito vampírico. Ya desde el primer momento Stoker esta muy presente en la cinta con ese carguero encayado (al igual que ocurría en el Demeter) o el extraño visitante recién llegado del pueblo de Barrow, cuyo nombre podría ser perfectamente Rendfield.
Como ya ocurría en el cómic, y cuya participación en el guión de Niles se nota por su fidelidad a éste, olvidaros de vampiros romanticos o chupasangres salidos de novelas de Anne Rice. Aquí es su tremenda sed de sangre la que los arrastra al último reducto de alaska como han ido haciendo decadas pero sin demostrar al mundo que existen fuera de sus pesadillas.
El pueblo de Barrows, con su blanco manto de nieve envuelto por su oscuridad perpetua, es el marco perfecto para este título que revitaliza el debilitado género vampírico con la mejor película de chupasangres desde Entrevista con el Vampiro.
En definitiva, si quereis ver un gran título de terror, con unos actores en estado de gracia (inmneso Danny Huston como Marlow), con grandiosas escenas de acción y sangre, muchísima sangre...30 Días de Oscuridad es vuestra elección.
Así que salvo algún detalle sobre su manera de hablar o su afición por el negro, los vampiros que tenemos en este film de David Slade (un tio que sabe que hacer con una cámara, anticipo) se inserta directamente en esta categoría. El caso que nos ocupa transcurre en el pueblo de Barrow (Alaska), en el cual una época del año se caracteriza por el hecho de que el sol no sale durante un mes entero. Precedidos de la llegada de un hombre llamado El Extraño (Ben Foster, de nuevo haciendo de tio cabraloca), una horda de estos bicharracos hace acto de presencia en la ciudad con el objetivo de ponerse hasta arriba, sabiendo que serían prácticamente invulnerables durante el tiempo al que hace referencia el título.
Parece un plan diseñado por Walter el del Gran Lebowski, pero desde luego cae por su propio peso y su ejecución es simple, pero eficiente: hacer a todo el mundo picadillo. Es decir: son malos sin ambiguedades, así que para equilibrar la balanza tiene que haber un héroe, un protagonista que se enfrente a la adversidad aún en la hor más oscura. Total un Lider, Un apoyo, Un Valiente. Y es Josh Hartnett.
No es el personaje más memorable de la película: por delante de él están Danny Huston, lider vampiro, que simplemente se limita a clavarlo, decir frases molonas como "Lo que puede romperse, debe romperse", cobra y marcharse del set), o el entrañable Mark Boone Junior.
El filkm tiene una puesta en ecena algo naturalista, dentro de un entorno aislado de toda civilización. Hay espléndidos tétricos planos generales de Barrow, que casi emerge como un personaje más del film. El diseño de produccción me parece especialmente ciudado. En ese sentido me pareció excelente y tal, pero los vampiros son el premio gordo porque acojonan un huevo.
Mucho más animales que humanos, slade se toma su tiempo en mostrartelos, y se deleita cuando se presentan de cuerpo entero. El maquillaje es excelente y el director no es especialmente dado a dar mucha información sobre ellos, incrementando así la tensión.
Sucede que treinta días son muchos días y si bien en el cómic las páginas se pasan muy rápido, en película tienes que meter escenas que reducen la tensión y alargan la película. Consciente de todo esto, supongo, la pelicula mete un acelerón final que lo flipas. Además no es una adaptación fidedigna del cómic en algunos aspectos importantes, pero es pecata minuta. Carece de profundidad a la hora de desarollar a sus villanos, y quizás algunos secundarios y líneas argumentales están de más, impidiendo que la película sea más compacta. Y no apunta mucho más alto que ser un exponente de ese cine de terror/acción sólido, competente, y con una puesta en escena por momentos muy inspirada.



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