
Tras una primera noche en la que acaban con prácticamentre la totalidad del pueblo, el sheriff local y un grupo de personas tedrán que hacer todo lo posible por sobrevivir hasta que vuelva a salir el sol.
Hace un par de años David slade nos aterró con Hard Candy, ese ejercicio dislexico de Caperucita Roja que debería ser de obligada visión para la gente que se escuda en el anonimato de Internet para dar riendas sueltas a sus fantasias....por muy censurables que estan sean.
El talento de Slade (que le hizo triunfar en el festival de Sitges) no pasó desapercibido y poco tiempo después se embarcó en el proyecto de llevar al cine 30 días de noche, la maravillosa novela gráfica escrita por Steven Niles e ilustrada por Ben Templesmith.
30 Días De Oscuridad (seguimos sin entender el cambio de título) es un homenaje al mito vampírico. Ya desde el primer momento Stoker esta muy presente en la cinta con ese carguero encayado (al igual que ocurría en el Demeter) o el extraño visitante recién llegado del pueblo de Barrow, cuyo nombre podría ser perfectamente Rendfield.

El pueblo de Barrows, con su blanco manto de nieve envuelto por su oscuridad perpetua, es el marco perfecto para este título que revitaliza el debilitado género vampírico con la mejor película de chupasangres desde Entrevista con el Vampiro.

Así que salvo algún detalle sobre su manera de hablar o su afición por el negro, los vampiros que tenemos en este film de David Slade (un tio que sabe que hacer con una cámara, anticipo) se inserta directamente en esta categoría. El caso que nos ocupa transcurre en el pueblo de Barrow (Alaska), en el cual una época del año se caracteriza por el hecho de que el sol no sale durante un mes entero. Precedidos de la llegada de un hombre llamado El Extraño (Ben Foster, de nuevo haciendo de tio cabraloca), una horda de estos bicharracos hace acto de presencia en la ciudad con el objetivo de ponerse hasta arriba, sabiendo que serían prácticamente invulnerables durante el tiempo al que hace referencia el título.

No es el personaje más memorable de la película: por delante de él están Danny Huston, lider vampiro, que simplemente se limita a clavarlo, decir frases molonas como "Lo que puede romperse, debe romperse", cobra y marcharse del set), o el entrañable Mark Boone Junior.

Mucho más animales que humanos, slade se toma su tiempo en mostrartelos, y se deleita cuando se presentan de cuerpo entero. El maquillaje es excelente y el director no es especialmente dado a dar mucha información sobre ellos, incrementando así la tensión.

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