
El film protagonizado por keanu Reeves empieza bien: recionando bien la información y la escala de la masiva presencia extraterrestre, y reformulando con discrección el miedo colectivo al haber tocado un inesperado fondo, Ultimátum a la tierra ofrece buenos momentos de tensión y suspense hasta que se va revelando la misión de su protagonista.
Una vez que Klaaatu pasa del aviso a loa impersonal amenaza, y ésta sematerealiza, surge el mensaje. Ningún problema, pero fallan las bisagras entre una y otra: al final, el resultado es un film bien encaminado, pero demasiado tímido.
Lo que pasará a la historia del nuevo Ultimátum es su carácter circunstancial. El film parece realizado, al igual que el anterior, no se crean para plasmar el pathos del momento, pero es discutble que la película de Derrickson perdure. Demasiado debida a temporal zozobra entre conservadores y demócratas materializada en las teorías del cambio climático, habría que ver si dentro de diez años la película será más recordada que cualquier adevertencia ecológica urdida por Ronnald Emmerich. Es indiscutible la validez de la apuesta, pero al final todo carece de agresividad, emoción y riesgo, como si el film hubiera sido urdido por el mismísimo Klaatu.
La necesaria inexpresividad del personaje de este nuevo Mesias y juez de la humanidad se beneficia de un Keanu Reeves nacido para el papel, pero dicha impersonalidad se traslada sin embargo al resto de los presonajes de la cinta. De modo que el necesario componente humano de la película, aquel que finalment determina, aquí más que nunca, el desarrollo y contenido de la misma, se ve reducido finalmente a escombros. El inexpresivo alienígena dispuesto a salvar a la tierra de los humanos, tan afable como amenazante y finalmente redentor, se tpa de bruces con el armazón narrativo efectivo en la forma, pero inoperante cuando llega la hora de soltar lastre durante la última media hora.
Si esto sucede es por un guión que, si bien acierta en matener el esquematismo y sencillez del original, fracasa en el sentimental. El mensaje claro del film, resumido en una frase pronunciada por varios personajes, deja al final algo que desear: el público se queda con ganas de ver más de esa humanidad que Klaatu finalmente consigue aprehender de aquellos que le rodean, su evolución interior carece de garra y sentimiento, y vacía la película de la emoción que le corresponde.



Lo mejor: Gort. Los efectos especiales. Jennifer Connolly y los secundarios Kathy Bates y Kyle Chandler como representantes de la Adminisración Bush.
Lo peor: Marcas comerciales con su porpio plano detala. Los fallos en el ritmo y la progresión. El sos cameo de John Cleese.
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